Y el jueves, María Valles Ferrero hablará del mundo de los refugiados desde su propia experiencia 

El Ateneo de Valladolid ha programado, para la semana que entra el lunes día 16, dos actividades aparentemente distintas pero, sin embargo, de alguna manera estrechamente relacionadas la una con la otra. Dos actividades que serán capaces de remover los sentimientos de las personas que asistan a ellas desde posiciones bien diferentes e, incluso, opuestas.

 

El próximo martes, día 17, a las ocho de la tarde y en la casa de Zorrilla, la poetisa Margarita Álvarez Taladriz presentará su nuevo libro “Colores”. Un libro en el que, como dice Isabel Mompín, premio Sarmiento de poesía, en el prólogo Margarita “deja sus vivencias, su yo más íntimo, una enseñanza para amar y dejarse amar y, sin duda, un elixir de vida”… Autora de otros poemarios, como “Cíngaros de luz” o “Vengo de vivir”, esta escritora palentina es dueña de una larga y fértil trayectoria por el mundo de la poesía donde ha ido forjando un estilo propio y directo que nace del corazón y busca el corazón de los demás. Ella misma, en la dedicatoria de “Vengo de vivir”, hace alusión al hecho de enviar los latidos de su pensamiento porque su mundo es auténtico y trasciende mucho más allá de las cuatro paredes de su habitación. Pues bien, una parte de ese mundo auténtico palpita con fuerza propia en las páginas de “Colores” donde, cada uno de los tonos del arco iris, es un grito a la vida y al amor.

 

El jueves, día 19, a las 19.30 horas y en el salón de la Casa Revilla, será María Valles Ferrero quien, con una amplia experiencia en el mundo del voluntariado por diversas partes del mundo y pese a su juventud, nos hable de “El mundo de los refugiados”, centrándose en el caso concreto del Ecuador. Bebiendo de su propia experiencia y recurriendo a las circunstancias que la ha tocado vivir, moverá nuestros sentimientos no a través de la poesía, sino desde la realidad de aquellos países que ha recorrido tratando de poner remedio a las múltiples carencias de todo tipo que esta vallisoletana ha ido comprobando en sus múltiples viajes.