El jueves 18, a las 20 h., en la Casa de Zorrilla
“El ragtime es una de las primeras formas musicales verdaderamente estadounidenses y una de las influencias en el desarrollo del jazz. Y la forma conocida como ragtime clásico, con una armonía, estructura y métrica particular, en contraste con las formas más primitivas de ragtime caracterizadas por una mayor flexibilidad”. Así se expresa uno de los muchos entendidos en ritmos americanos para potenciar el poema de Boris Rozas que el próximo jueves, día 18, a las 20 horas y en la Casa de Zorrilla será presentado en el seno de las actividades que programa el Ateneo de Valladolid.
Quizás, para quien no seamos tan expertos en ese tipo de armonías, Ragtime es un poemario singular que nace, quizás, al calor de un paseo por Times Square, después de una visita a Nueva York y que, por ello mismo, expresa todo ese cúmulo de sensaciones que se van agrupando en la memoria de un poeta. Si Federico García Lorca se vió conquistado por la aquella ciudad hace ahora más de 80 años, Boris Rozas ha sentido la misma pasión que el granadino desde la visión más contemporánea, la de Boris Rozas, de un poeta que convierte en poesía todo lo que contempla.
Boris Rozas nace en Buenos Aires, pero licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Valladolid es ya un poeta vallisoletano más, con un espíritu que navega a medias entre sus raíces criollas y sus apetencias castellanas. Es, también, un poeta fértil porque pese a su juventud tiene ya un importante lista de libros poéticos: “Bagajes del alma” (2004), “Lleno del mar” (2005), “Hemisferio Sur” (2007) y “Huyendo de este jardín me encontré con el viento” (2009) además, por supuesto, de este “Ragtime” que hoy presentamos y que ganó en el 2010 el Certamen “Villa de Ermua”… Y puesto que hablamos de premios, dejemos constancia que ha recogido primeros premios en Zaragoza, en el Manuel Garrido Chamorro, en el Ángel Miguel Pozanco, o en el Hernán Esquío. Fue finalista en el Gil de Viedma y Botijo de Plata en las Justas Poéticas de Dueñas.